Lucas Berga, creador del canal “Vikingo Lucas”, entrevistó a Julio y Romina, una pareja argentina radicada en Italia desde 2021, quienes relataron su experiencia como migrantes y la reciente decisión de regresar a la Argentina. El testimonio, profundo y cargado de emociones, desnuda los claroscuros de la vida en el extranjero.
Julio y Romina llegaron al sur de Italia en plena pandemia, tras perder su negocio en Argentina y enfrentar dificultades económicas. Inicialmente se asentaron en Sicilia para tramitar la ciudadanía italiana y, una vez obtenida, se trasladaron al centro del país donde encontraron estabilidad laboral. Incluso lograron comprar una casa. Sin embargo, la pareja afirma no haber podido adaptarse emocional ni culturalmente.
Entre los motivos para su retorno, mencionan una sensación persistente de vacío, el desgaste emocional, la dificultad para entablar lazos sociales profundos con los italianos, y un futuro europeo que, según ellos, se percibe como controlado, restrictivo y sin grandes perspectivas de crecimiento. “Logramos estabilidad económica, pero no encontramos plenitud”, sintetizó Julio.
Además, expresaron preocupación por el impacto emocional en sus hijas, la rigidez del sistema laboral, la dificultad para emprender en Italia y la percepción de una sociedad cerrada, con poco margen de movilidad social para los inmigrantes.
A pesar de reconocer aspectos positivos como la seguridad y la calidad de vida, su análisis es crítico y matizado. Rechazan idealizaciones tanto de Europa como de Argentina y resaltan la importancia de compartir experiencias migratorias reales, lejos de los relatos edulcorados que suelen circular en redes.
“Queremos volver a casa”, afirman, con la esperanza de rearmar su vida en San Luis, en el interior argentino. La charla deja una reflexión abierta sobre lo que implica emigrar, adaptarse y, sobre todo, tener el coraje de admitir que un camino elegido, simplemente, no funcionó como se esperaba.